¿Mi perrito es miedoso?

28 de febrero de 2025

El miedo es una reacción natural en los animales

Algunos perros pueden mostrar miedo ante situaciones cotidianas, ya sea debido a experiencias pasadas, falta de socialización o incluso por predisposición genética. Si notas que tu perro es miedoso es fundamental comprender el origen de su temor y aplicar estrategias adecuadas para ayudarlo a ganar confianza. En este artículo, explicaremos algunas causas del miedo en los perros y las mejores formas de ayudarles a enfrentarlos. 



Primero, el miedo en los cachorros: ¿es normal?


Es completamente normal que los cachorros experimenten miedos a medida que exploran el mundo. Durante sus primeras etapas de socialización -entre las 4 y las 14 semanas de edad- pueden ser sensibles a nuevos sonidos, personas y lugares.


Sin embargo, si no los expones a estos estímulos, el miedo puede persistir en la adultez. Por eso es crucial socializar a los cachorros de manera gradual y controlada para fomentar su seguridad.

Y va un dato curioso: ¿sabías que los lomitos pasan por dos periodos de miedo muy comunes cuando son cachorros? 


La American Kennel Club (AKC) explica que el primer periodo suele ocurrir entre las 8 y 11 semanas de edad, lo que coincide con su adaptación a un nuevo hogar y familia. Durante esta etapa es esencial exponer al cachorro a nuevas personas y situaciones de manera segura y gradual, evitando abrumarlo o forzarlo a interactuar.


El segundo periodo de miedo se presenta entre los 6 y 14 meses de edad, según la raza: las más pequeñas tienden a experimentarlo antes que las grandes. 

Esta fase puede sorprender a los dueños o tutores, ya que el lomito, aunque ya parece más adulto, aún está en desarrollo emocional. En esta etapa es posible que el perro muestre inseguridad hacia objetos o situaciones que antes no le causaban conflicto. 


Es crucial manejar estas etapas con sensibilidad, evitando experiencias estresantes o traumáticas que puedan afectar su comportamiento futuro. Comprender que estos periodos son parte natural del crecimiento ayuda a dar el apoyo adecuado para que el cachorro se convierta en un perro adulto confiado.


Miedos y fobias comunes en los perros


Sin embargo, la realidad es que a veces no puedes evitar que los lomitos desarrollen miedos, especialmente cuando no los adoptamos de cachorritos y no sabemos cómo fueron sus primeros días o meses de vida. 

Y aunque cada perro es único, hay algunos miedos que son más frecuentes que otros. Identificar el miedo específico de tu lomito es el primer paso para ayudarlo.

Aquí te compartimos algunos de los miedos más comunes en los perritos: 


Miedo a otros perros


Algunos lomitos pueden mostrarse inseguros o agresivos ante otros perros. Esto suele deberse a experiencias negativas previas o falta de socialización. 

Para ayudar a tu perro a superar este miedo es recomendable presentarlo a otros lomitos en un ambiente controlado y de manera gradual. 

Si tu perrito tiene este problema, te recomendamos los cursos de adiestramiento canino a domicilio de Inteligencia Canina por una razón: el entrenador y tú podrán diseñar un plan personalizado para atacar este comportamiento (entre otros). 


Miedo a las personas desconocidas


Si tu perro evita el contacto con personas desconocidas o reacciona con temor, es posible que haya tenido malas experiencias con otros humanos o simplemente no esté acostumbrado a interactuar con extraños. 

Ofrecerle premios y reforzar positivamente las interacciones puede mejorar su confianza.


Miedo a los sonidos fuertes (cuetes, tormentas, entre otros)


El estrés por ruidos fuertes es común en muchos perros. Los cuetes, truenos o incluso el ruido de la aspiradora pueden desencadenar reacciones de ansiedad. Crear un lugar seguro en casa y usar técnicas de desensibilización pueden ayudar a reducir el miedo.

Sigue leyendo para encontrar la explicación de la desensibilización.


Miedo a estar solo (ansiedad por separación)


La ansiedad por separación ocurre cuando un perro no tolera quedarse solo. Esto puede llevar a comportamientos destructivos y ladridos excesivos. Trabajar en una rutina de salidas progresivas y brindarle juguetes interactivos puede ser clave para reducir su angustia.

¿Cómo lidiar con un perro miedoso?


Si tu lomito es miedoso, lo más importante es no forzarlo a enfrentar sus temores de manera abrupta. Algunas estrategias efectivas para comenzar a hacerlo incluyen:


  • Socialización gradual: exponerlo poco a poco a nuevas experiencias y recompensarlo cuando reaccione de manera positiva.
  • Refuerzo positivo: utilizar premios y caricias cuando demuestre seguridad ante situaciones que le generaban miedo.
  • Evitar castigos: el miedo no se corrige con regaños; en su lugar, hay que brindarle confianza y seguridad.
  • Uso de feromonas y suplementos calmantes: en algunos casos, el uso de feromonas sintéticas o suplementos naturales puede ayudar a reducir la ansiedad.
  • Consulta con un especialista: si el miedo es intenso, un veterinario o etólogo canino puede guiarte con técnicas específicas.

Adiestramiento canino para un perro miedoso


El adiestramiento es una herramienta clave para ayudar a los perros a superar sus miedos. Algunas técnicas recomendadas incluyen:


  • Desensibilización sistemática: esta consiste en exponer al perro a su miedo de manera progresiva y controlada para que se acostumbre poco a poco. Un entrenador profesional puede ayudarte a empezar a recorrer este camino.
  • Contracondicionamiento: asociar el objeto o situación temida con experiencias positivas, como premios y juegos. Igualmente, un adiestrador profesional puede ayudarte a tener éxito con esta técnica. 
  • Refuerzo de la obediencia básica: enseñar comandos como "sentado" o "quieto" puede ayudar a que el perro se sienta más seguro en situaciones que le generan ansiedad. Si te interesan los cursos de adiestramiento canino en CDMX, ¡piensa en Inteligencia Canina!


Con paciencia, amor y técnicas adecuadas es posible ayudar a un perro miedoso a ganar confianza y vivir una vida más tranquila y feliz. ¡Tu compañía y apoyo son esenciales para lograrlo!


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Aunque es normal que los perros se rasquen ocasionalmente, cuando lo hacen con frecuencia puede ser señal de que algo anda mal. Entender la causa es clave para aliviar su malestar y evitar que el problema empeore. Una de las razones más comunes son las pulgas y garrapatas . Incluso si no las ves, basta una picadura para provocar una reacción alérgica. Algunos perros son especialmente sensibles a la saliva de las pulgas y pueden desarrollar dermatitis alérgica, lo que causa picazón intensa, caída de pelo y enrojecimiento de la piel. Un tratamiento antipulgas adecuado y la limpieza profunda del entorno son esenciales. ¿Alergias en mi perro? Otra causa frecuente es la alergia ambiental . Al igual que los humanos, muchos perros reaccionan al polen, al polvo, al pasto o a los ácaros. Estas alergias suelen ser estacionales y pueden provocar picazón en patas, orejas o abdomen. En estos casos, un veterinario puede recomendar antihistamínicos o tratamientos específicos para controlar los síntomas. También hay que considerar las alergias alimentarias . Algunos perros desarrollan sensibilidad a ciertos ingredientes de su dieta, como el pollo, el res o los granos. La picazón suele acompañarse de problemas digestivos o infecciones recurrentes en la piel y oídos. En estos casos, se recomienda una dieta de eliminación para identificar el ingrediente problemático. ¿Resequedad debajo de todo ese pelo? La sequedad de la piel es otra causa común. El clima, los baños excesivos o el uso de champús inadecuados pueden eliminar los aceites naturales del pelaje. Un buen baño con productos hipoalergénicos, una dieta rica en ácidos grasos y una hidratación adecuada pueden ayudar mucho. Siempre puedes buscar apoyo en especialistas estéticos o de grooming . Por último, no hay que descartar causas emocionales. El estrés, la ansiedad o el aburrimiento pueden hacer que un perro se lama o se rasque por hábito. Si notas que lo hace cuando está solo o tras cambios en su rutina, es posible que necesite más estimulación mental, ejercicio o compañía. No dejes de poner atención a tu perrito En resumen, la picazón constante es un síntoma, no una enfermedad. La clave está en observar otros signos —como pérdida de pelo, enrojecimiento o mal olor— y acudir al veterinario para un diagnóstico preciso. Ignorar el problema solo aumentará la incomodidad y el riesgo de infecciones. Un perro sano no debería rascarse todo el día, y con el tratamiento adecuado, volverá a sentirse tranquilo y feliz.
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Llevar a tu perro a la playa es un plan perfecto: corre, juega, se divierte con las olas y vive una aventura que seguramente recordará con pura felicidad. Pero, ojo, la diversión no termina cuando guardas la sombrilla y subes al coche. El verdadero reto empieza después, porque la sal, la arena y el sol pueden dejar estragos en su pelaje, en su piel y hasta en sus patitas. Perrito playero es perrito bañado Lo primero que debes tener en mente es el baño. El agua de mar se adhiere al pelo y lo reseca, mientras que la arena se mete en cada rincón: entre las patas, en las orejas y hasta en el hocico. Si no se retira adecuadamente, puede causar comezón, irritaciones o hasta infecciones. Por eso, lo más recomendable es llevarlo a un servicio de estética canina donde le den un buen baño profesional con productos especiales para perros. Ahí saben qué tipo de shampoo aplicar, cómo enjuagar a fondo y cómo hidratar la piel para que no sufra resequedad después de la exposición al sol y al agua salada. Otro punto clave son las orejas y los ojos. Los perros suelen zambullirse con toda la emoción del mundo, pero esa misma emoción puede dejarles humedad en el oído o sal que irrite sus ojos. En una estética canina pueden hacer una limpieza cuidadosa con productos seguros, evitando riesgos que muchas veces pasamos por alto en casa. Además, suelen revisar las almohadillas de las patas, que después de la arena caliente pueden quedar agrietadas o resecas. Un poco de bálsamo hidratante aplicado por profesionales hace maravillas y evita molestias. Ahora los cuidados en casa El cepillado también es fundamental. Los nudos en el pelo son comunes después de un día de playa, sobre todo en perros de pelo medio o largo. En la estética utilizan los cepillos adecuados y técnicas para deshacer enredos sin lastimar. Incluso, si es necesario, pueden dar un recorte ligero que no solo mejora el aspecto de tu perro, sino que también facilita mantenerlo limpio y fresco en los días siguientes. Además de todo esto, la mayoría de las estéticas incluyen otros servicios como corte de uñas, limpieza de oídos más profunda y hasta revisiones básicas que ayudan a detectar irritaciones en la piel o señales de molestias. Ese “extra” es invaluable, porque garantiza que tu perro no solo quede limpio, sino que también se mantenga sano después de la aventura. Al final, piensa en esto: llevar a tu perro a la playa es un regalo para él, pero los cuidados posteriores son el verdadero acto de amor. No se trata solo de quitarle la arena, sino de asegurarte de que su cuerpo se recupere del sol, del agua salada y del calor. Con la ayuda de una estética canina tendrás la tranquilidad de que cada detalle es atendido por manos expertas, y además tu perro saldrá oliendo delicioso, con el pelo brillante y feliz de la vida. Para la próxima vacación canina Así que la próxima vez que planifiques un paseo playero con tu lomito, incluye en tu itinerario una parada en la estética. Créeme: no hay nada como verlo correr en la arena un día y, al siguiente, verlo descansar limpio, fresco y con la cola moviéndose de pura satisfacción. Porque sí, la playa es para disfrutar, pero la estética es para que esa alegría dure mucho más tiempo.