Dejar a mi perro en una pensión o guardería
Vienen las vacaciones y con esta temporada elegir correctamente como dejar al cuidado a tus perritos.

Dejar a tu perro en una pensión por primera vez puede generar nervios tanto en ti como en él. Es normal: estás confiando su bienestar a alguien más y él, de pronto, se encuentra en un entorno nuevo. Por eso, elegir el lugar correcto y preparar la experiencia con cuidado es esencial para que sea positiva y sin estrés.
Verifica y averigua
Lo primero es verificar las condiciones del lugar. Una buena pensión debe estar limpia, ventilada y tener áreas separadas para perros grandes y pequeños. Observa si los espacios son seguros, sin objetos con los que pueda lastimarse, y si cuentan con personal capacitado las 24 horas. No tengas miedo de preguntar por sus protocolos de limpieza, desinfección y emergencias veterinarias.
La socialización de los huéspedes caninos es importante
También es importante conocer cómo manejan la socialización. Algunas pensiones ofrecen juegos en grupo, mientras que otras mantienen a los perros separados. Si tu perro no está acostumbrado a convivir con otros o es tímido, conviene informar al personal para que lo integren poco a poco o le asignen un espacio tranquilo.
Horarios y Alimentación para tu Perro
Otro aspecto crucial es la alimentación y los horarios. Lo ideal es llevar su propio alimento y explicar la cantidad exacta que debe comer, para evitar cambios bruscos en su digestión. Asegúrate de indicar alergias o restricciones y deja un número de contacto por cualquier emergencia. Si tu perro toma medicación, entrégala en su envase original con las instrucciones claras.
Ten la vacunación de tu perro al día
Antes de dejarlo, programa una visita previa o estancia corta. Un par de horas o una noche de prueba pueden ayudarte a evaluar cómo se adapta. Esto reduce el estrés y te da confianza en el servicio. Además, no olvides mantener su cartilla de vacunación al día; muchas pensiones la exigen para proteger a todos los huéspedes.
Otro punto clave es su estado emocional. Algunos perros pueden experimentar ansiedad por separación. Llevar un juguete o manta con su olor puede ayudarlo a sentirse más seguro. También es útil dejarlo ejercitado el día anterior: un perro cansado es un perro más tranquilo.
Sigue tu instinto canino
Finalmente, confía en tu intuición. Una pensión que se interese genuinamente por conocer el carácter y necesidades de tu perro es una buena señal. Pregunta cómo te mantendrán informado —algunas envían fotos o videos diarios—, y asegúrate de que el trato sea amable y personalizado.
En definitiva, una buena pensión no es solo un lugar donde “dejar” a tu perro: es un espacio donde debe sentirse cuidado y feliz hasta que regreses. Con la preparación adecuada, la experiencia puede fortalecer su independencia y darte tranquilidad cada vez que tengas que ausentarte.











