La ansiedad y tu perro en esta época de lluvias
Ahora que llueve todos los días los paseos tienen que ser más cortos y aumenta la ansiedad. ¿Qué puedes hacer?

La temporada de lluvias en México ha sido larguísima pero importante: refresca el ambiente, limpia el aire y hasta pinta la ciudad con tonos más verdes. Pero, para quienes tenemos perros, también representa un verdadero reto. Los paseos se vuelven complicados, los charcos interminables bloquean las calles y las tormentas suelen aparecer justo en el horario en que normalmente salimos a caminar con ellos. Y aunque a nosotros nos parezca un detalle sin importancia, para muchos lomitos esta situación provoca un nivel de ansiedad que no siempre notamos a simple vista.
Rompiendo la rutina para no mojar a tu perro
Los perros son animales de rutina. Están acostumbrados a sus caminatas diarias, a oler nuevos espacios, a marcar territorio y a gastar energía corriendo y explorando. Cuando de pronto la lluvia interrumpe esos rituales, no solo se quedan sin ejercicio físico: también pierden la estimulación mental que les da salir a la calle. El resultado puede verse en conductas como morder muebles, ladrar sin parar, rascar puertas o simplemente mostrarse más inquietos y nerviosos de lo normal. Esa es la forma en que nos dicen: “me falta movimiento, me falta distracción”.
El encierro obligado por la lluvia se traduce en ansiedad. Imagina lo frustrante que es para ellos escuchar la correa, emocionarse por salir, y de pronto ver que no se abre la puerta porque afuera cae un aguacero. Esa energía acumulada necesita salir de alguna manera, y cuando no puede liberarse en un paseo, termina manifestándose en comportamientos que muchas veces interpretamos como travesuras, cuando en realidad son señales de estrés.
Una solución: Guarderías Caninas
Aquí es donde una guardería canina puede convertirse en la mejor aliada. Estos espacios ofrecen la posibilidad de que los perros convivan bajo techo seguro y, al mismo tiempo, tengan la actividad física y mental que necesitan. Mientras afuera el cielo se rompe en truenos y lluvia, adentro pueden correr, jugar con otros perros, recibir atención de cuidadores y hasta aprender pequeños trucos que los mantienen enfocados.
Lo mejor de una guardería es que no solo resuelve el tema de los paseos, también combate la soledad. En días de lluvia, muchos dueños deben salir a trabajar o hacer pendientes, y dejar al perro en casa durante tantas horas sin paseo ni compañía puede aumentar la ansiedad. En la guardería, además de socializar, tu perro está atendido, vigilado y canaliza esa energía que de otro modo lo estresaría.
Otros riesgos para evitar con tu perro
Otro punto importante es la seguridad. En México, las lluvias suelen traer calles encharcadas, tráfico pesado y hasta riesgos para la salud del perro, como bacterias en el agua de charcos o resbalones en banquetas mojadas. Una guardería ofrece un ambiente controlado donde tu perro se mantiene limpio, sano y entretenido, sin exponerse a esos peligros.
Al final, más que un lujo, llevar a tu perro a una guardería en temporada de lluvias es una forma de cuidar su bienestar emocional y físico. Porque sí, la ansiedad que les provoca no poder salir no es un capricho, es una necesidad real de movimiento, exploración y compañía. Con un espacio diseñado para ellos, esa frustración desaparece y regresa la tranquilidad tanto para el perro como para ti.
Así que, cuando las nubes negras cubran el cielo y el aguacero haga imposible tu paseo de la tarde, recuerda que hay alternativas. Una guardería no solo es un refugio de lluvia, es un espacio donde tu perro puede seguir siendo feliz, liberar energía y mantener la mente ocupada. Al final del día, regresarás por él y lo verás cansado, relajado y con esa mirada agradecida que dice: “gracias por entender lo que necesito”.


