Perros e Hijos: ¿Es Bueno que mi Perro se Acerque al Nuevo Bebé?

29 de enero de 2021

Entre las preguntas más recurrentes de las personas que están a punto de tener un bebé y que, además, tienen perros, están: ¿es recomendable juntarlos?, ¿Qué tan bueno es que mi perro se acerque al bebé?, ¿es peligroso?

Tenemos noticias: ¡es bueno que convivan!


La relación entre tu bebé y tu perrito puede tener beneficios físicos y psicológicos para ambos. Se ha comprobado que interactuar con perros aumenta los niveles de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores fundamentales para la generación de sentimientos positivos, de felicidad.


Además, Caleb Backe, experto en salud de mascotas del Maple Holistics, explica que estudios han demostrado que los bebés que crecen con un perro son menos propensos a desarrollar ciertas alergias y usualmente tienen sistemas inmunes más resilientes.


“Cuando hay un perrito cerca, los bebés humanos crecen más sanos, protegidos y felices”, asegura Backe.


Quizá notes que tu perro olfatea el espacio, las cositas y al bebé mismo. Esto es normal. Los perros tienen un sentido del olfato increíblemente desarrollado y lo hace para reconocer al nuevo miembro de la familia. Sin embargo, hay que vigilar qué tanto lo hace y cómo.


Russell Hartstein, entrenador y etólogo certificado, explica que el cambio en el ambiente y las dinámicas familiares pueden causarle ansiedad al perro (lo que puedes observar si huele de manera excesiva o demuestra otros comportamientos que mencionaremos más adelante), por ello es importante preparar a tu perrito para el nuevo bebé e introducir los cambios de manera paulatina.

Perros e Hijos: ¿Es bueno que mi perro se acerque al nuevo bebé?

Primeros pasos: asignarle espacio y educar a tu perro para estar alrededor del bebé


Antes de la llegada de tu bebé, Paisley Lunchick, entrenadora de la línea de ayuda AKC GoodDog!, recomienda definir un espacio en casa para que tu perro se relaje y se aleje del caos cuando lo necesite y cuando tú lo consideres necesario. Las transportadoras, corralitos y las puertas protectoras (esas que puedes encajar en la pared o empotrar en las puertas) son buenas opciones para que tu perro tenga un espacio seguro.


Además, dale buenos premios, huesitos para masticar o juguetes que solo pueda tener en su área de descanso y seguridad. Su lugar feliz, pues. Cuando no puedas supervisar la convivencia entre tu perrito y tu bebé, lleva a tu peludo a su lugar de descanso para que esté tranquilo.

Es muy importante que desde el principio le enseñes a tu perro a ser gentil y tranquilo alrededor del bebé.


Un perro responde a las señales verbales y al lenguaje corporal de los humanos con el bebé. Por lo tanto, si ustedes muestran un comportamiento tranquilo y protector, el perro puede aprender a ser sensible y cauteloso. La clave para tener éxito en esto es comenzar muy temprano la socialización entre perrito y bebé, con entrenamientos tranquilos y frecuentes.


¡Y ojo! Si crees que no puedes manejar la situación porque tu perro es complicado busca ayuda profesional. Otro consejo: por más maravilloso que sea tu perrito, nunca lo dejes completamente solo con el bebé, solo por precaución.

Cuidados y precauciones


La entrenadora Paisley Lunchick recuerda que aunque los perros sean animales domesticados, aún pueden tener impulsos depredadores. Los sonidos inusuales y los movimientos impredecibles de los bebés y niños chiquitos pueden sobreexcitarlos y, en algún momento, llevarlos a morder.


Hasta el mordisco más leve puede ser traumático para un bebé, así que nunca lo dejes solito en el piso con el perro. Si el perro lame o huele demasiado y con insistencia al bebé puede ser un signo de estrés. Checa su comportamiento.

Los perros que están estresados o preocupados por la presencia del bebé o de un niño dan señales sutiles de que necesitan espacio: se lamen su boquita, bostezan mucho, no los miran, fruncen el ceño o agachan las orejas.


Lunchick explica que un perro no necesariamente se alejará del bebé si está incómodo, por eso es responsabilidad de los adultos observar cualquier señal de estrés y separarlos de inmediato si es necesario.

No castigues a tu perrito por mostrar señales de estrés. Solo llévalo a su lugar feliz, dale un juguete para que se entretenga y listo.

Cómo integrar a la mascota cuando llega el bebé [Vídeo]


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Aunque es normal que los perros se rasquen ocasionalmente, cuando lo hacen con frecuencia puede ser señal de que algo anda mal. Entender la causa es clave para aliviar su malestar y evitar que el problema empeore. Una de las razones más comunes son las pulgas y garrapatas . Incluso si no las ves, basta una picadura para provocar una reacción alérgica. Algunos perros son especialmente sensibles a la saliva de las pulgas y pueden desarrollar dermatitis alérgica, lo que causa picazón intensa, caída de pelo y enrojecimiento de la piel. Un tratamiento antipulgas adecuado y la limpieza profunda del entorno son esenciales. ¿Alergias en mi perro? Otra causa frecuente es la alergia ambiental . Al igual que los humanos, muchos perros reaccionan al polen, al polvo, al pasto o a los ácaros. Estas alergias suelen ser estacionales y pueden provocar picazón en patas, orejas o abdomen. En estos casos, un veterinario puede recomendar antihistamínicos o tratamientos específicos para controlar los síntomas. También hay que considerar las alergias alimentarias . Algunos perros desarrollan sensibilidad a ciertos ingredientes de su dieta, como el pollo, el res o los granos. La picazón suele acompañarse de problemas digestivos o infecciones recurrentes en la piel y oídos. En estos casos, se recomienda una dieta de eliminación para identificar el ingrediente problemático. ¿Resequedad debajo de todo ese pelo? La sequedad de la piel es otra causa común. El clima, los baños excesivos o el uso de champús inadecuados pueden eliminar los aceites naturales del pelaje. Un buen baño con productos hipoalergénicos, una dieta rica en ácidos grasos y una hidratación adecuada pueden ayudar mucho. Siempre puedes buscar apoyo en especialistas estéticos o de grooming . Por último, no hay que descartar causas emocionales. El estrés, la ansiedad o el aburrimiento pueden hacer que un perro se lama o se rasque por hábito. Si notas que lo hace cuando está solo o tras cambios en su rutina, es posible que necesite más estimulación mental, ejercicio o compañía. No dejes de poner atención a tu perrito En resumen, la picazón constante es un síntoma, no una enfermedad. La clave está en observar otros signos —como pérdida de pelo, enrojecimiento o mal olor— y acudir al veterinario para un diagnóstico preciso. Ignorar el problema solo aumentará la incomodidad y el riesgo de infecciones. Un perro sano no debería rascarse todo el día, y con el tratamiento adecuado, volverá a sentirse tranquilo y feliz.
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Llevar a tu perro a la playa es un plan perfecto: corre, juega, se divierte con las olas y vive una aventura que seguramente recordará con pura felicidad. Pero, ojo, la diversión no termina cuando guardas la sombrilla y subes al coche. El verdadero reto empieza después, porque la sal, la arena y el sol pueden dejar estragos en su pelaje, en su piel y hasta en sus patitas. Perrito playero es perrito bañado Lo primero que debes tener en mente es el baño. El agua de mar se adhiere al pelo y lo reseca, mientras que la arena se mete en cada rincón: entre las patas, en las orejas y hasta en el hocico. Si no se retira adecuadamente, puede causar comezón, irritaciones o hasta infecciones. Por eso, lo más recomendable es llevarlo a un servicio de estética canina donde le den un buen baño profesional con productos especiales para perros. Ahí saben qué tipo de shampoo aplicar, cómo enjuagar a fondo y cómo hidratar la piel para que no sufra resequedad después de la exposición al sol y al agua salada. Otro punto clave son las orejas y los ojos. Los perros suelen zambullirse con toda la emoción del mundo, pero esa misma emoción puede dejarles humedad en el oído o sal que irrite sus ojos. En una estética canina pueden hacer una limpieza cuidadosa con productos seguros, evitando riesgos que muchas veces pasamos por alto en casa. Además, suelen revisar las almohadillas de las patas, que después de la arena caliente pueden quedar agrietadas o resecas. Un poco de bálsamo hidratante aplicado por profesionales hace maravillas y evita molestias. Ahora los cuidados en casa El cepillado también es fundamental. Los nudos en el pelo son comunes después de un día de playa, sobre todo en perros de pelo medio o largo. En la estética utilizan los cepillos adecuados y técnicas para deshacer enredos sin lastimar. Incluso, si es necesario, pueden dar un recorte ligero que no solo mejora el aspecto de tu perro, sino que también facilita mantenerlo limpio y fresco en los días siguientes. Además de todo esto, la mayoría de las estéticas incluyen otros servicios como corte de uñas, limpieza de oídos más profunda y hasta revisiones básicas que ayudan a detectar irritaciones en la piel o señales de molestias. Ese “extra” es invaluable, porque garantiza que tu perro no solo quede limpio, sino que también se mantenga sano después de la aventura. Al final, piensa en esto: llevar a tu perro a la playa es un regalo para él, pero los cuidados posteriores son el verdadero acto de amor. No se trata solo de quitarle la arena, sino de asegurarte de que su cuerpo se recupere del sol, del agua salada y del calor. Con la ayuda de una estética canina tendrás la tranquilidad de que cada detalle es atendido por manos expertas, y además tu perro saldrá oliendo delicioso, con el pelo brillante y feliz de la vida. Para la próxima vacación canina Así que la próxima vez que planifiques un paseo playero con tu lomito, incluye en tu itinerario una parada en la estética. Créeme: no hay nada como verlo correr en la arena un día y, al siguiente, verlo descansar limpio, fresco y con la cola moviéndose de pura satisfacción. Porque sí, la playa es para disfrutar, pero la estética es para que esa alegría dure mucho más tiempo.