El American Kennel Club explica que existen algunos problemas de salud relacionados con compartir la cama con tu perro. Por ejemplo, tus alergias pueden agravarse y existe el riesgo de transmisión de enfermedades, ya sea que tu perrito te contagie o tú a él. Sin embargo, dice la AKC, este tipo de transmisiones “son raras”.
La doctora veterinaria Nuvia Solís explica que para reducir riesgos hay que enfocarse en la medicina preventiva, es decir, en estar al corriente de la desparasitación interna de tu perro para evitar enfermedades zoonóticas (que se transmiten de animal a humano o de humano a animal) y ectoparásitos. Además, cepillarlo regularmente y bañarlo cada 15 días o cada mes.
Estas recomendaciones hay que seguirlas aunque tu perro no duerma contigo. Digamos que el riesgo existe solo por el simple hecho de convivir con él y no es exclusivo a compartir camita.
Otra desventaja explicada por la AKC: la calidad de tu sueño puede verse afectada. Diversos estudios han demostrado que los dueños que duermen con sus perros reportan más trastornos del sueño que las personas que no comparten la camita con sus peludos.
Un factor que puede explicar esta diferencia es que los perros tienen un sueño polifásico, mientras que el nuestro es monofásico. Esto quiere decir que los perritos tienen, en promedio, tres ciclos de dormir/despertar en la noche, mientras que los humanos solo tenemos uno. Además, aunque los perros duermen permanecen alerta a los sonidos, por lo que tienen el sueño mucho más ligero que los humanos.
Así que si duermes mal quizá debas reconsiderar la idea de compartir la cama con tu perro.
Otra desventaja: los perros que comparten camita con su dueño pueden desarrollar lo que se conoce como “ansiedad por separación”, sin embargo, la AKC señala que esto aún no está comprobado.
Los expertos aún no tienen muy claro si compartir la cama crea el problema o si el problema lleva a los dueños a permitir que sus perros duerman con ellos.
Investigaciones de la Clínica Mayo y la revista Human Nature resaltan los beneficios de dormir con tu mascota, entre ellos, la sensación de relajación, calidez y seguridad.
Mayo explica que el ritmo de la respiración de un perro a tu lado puede ayudar a relajarte y concebir el sueño. Además, al estar cerca de un peludo se incrementa tu producción de oxitocina, la hormona asociada con el afecto y la felicidad.
Además, su temperatura corporal te ayudará a mantenerte calientito en la noche. Su temperatura es de 3 a 6 grados superior a la de los humanos, por eso diversas culturas -desde la canadiense hasta la aborigen australiana- acostumbran dormir con sus perros.
Un tercer factor a favor de dormir con tu perro es la sensación de seguridad que te brinda. Sin importar el tamaño o la raza de tu peludo, tener su presencia cerca seguro te da una sensación de protección y compañía.
Así, decidir compartir la cama con tu perro depende exclusivamente de ti.
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