Listo. Tu perrito ya tomó el curso de adiestramiento canino básico y ya sabe sentarse, acostarse, caminar sin jalar la correa y acudir cuando se le llama. Con el entrenador, claro, pero ¿Qué hacemos para que tu perrito también te obedezca a ti (que es precisamente lo que te interesa)?
Cuando tu perro entra al curso trabaja durante cuatro semanas con el o la entrenadora, por lo que es normal que se acostumbre a obedecerle, pero después de este periodo es necesario que tú aprendas a trabajar con tu peludo.
En Inteligencia Canina, a esta dinámica le llamamos
“cambio de mando”.
La importancia del “cambio de mando”
Esta dinámica consta de cuatro sesiones en las que explicamos al dueño cómo manejar a su perro, cómo hablarle, qué tipo de señas hacer, cómo acercarse a él, cómo y cuándo premiarlo, etcétera.
También le proporcionamos el material con el que trabajará con su perrito: el clicker, el halter o pechera y una bolsita con premios que deberá colocarse en la cintura para premiar cada comportamiento positivo del peludo. Y, ahora sí, a practicar en el jardín de Inteligencia Canina.
La primera sesión del cambio de mando es, generalmente, la más complicada porque la experiencia es nueva para ambos, el perrito y el dueño.
Es fundamental que todos, absolutamente todos los días, practiques con tu perro, especialmente después de las sesiones de cambio de mando. Recuerda que la disciplina y la paciencia son necesarias para lograr que tu perrito se acostumbre al cien a obedecerte a ti.
Si tu perrito necesita reforzar lo que aprendió tenemos clases grupales los domingos. Son gratuitas, ¡aprovéchalas!
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