5 Claves para Enseñarle a Tu Perro a Estar Tranquilo en su Transportadora

1 de septiembre de 2023

Introducción


El entrenamiento para perros en transportadora es una habilidad fundamental que puede mejorar la calidad de vida de tu mascota y facilitar tus viajes y desplazamientos con ella. Una transportadora bien aceptada por tu perro no solo le proporciona un espacio seguro y cómodo, sino que también evita situaciones de estrés tanto para tu peludo amigo como para ti. 


Aquí te presentamos cómo elegir la mejor transportadora para tu lomito y cinco claves esenciales para
enseñar a tu perro a estar tranquilo en su transportadora.

 Primero lo primero: Cómo elegir la mejor transportadora para tu perro

Antes de comenzar con los consejos para entrenar a tu perro en su transportadora, primero te compartimos cinco características importantes que debes considerar al elegir la adecuada. 


  1. Tamaño adecuado: selecciona una transportadora que ofrezca suficiente espacio para que tu perro se mueva cómodamente. Debe ser lo suficientemente grande para que pueda darse la vuelta y estirarse, pero no tan grande que se sienta inseguro. 
  2. Tipo de transportadora: existen diferentes tipos de transportadoras, como las de plástico rígido, las de tela suave y las de malla. Cada tipo tiene sus propias ventajas y desventajas. Las transportadoras de plástico ofrecen más protección en caso de accidentes, mientras que las de tela son más ligeras y fáciles de transportar. Evalúa cuál se adapta mejor a las necesidades de tu perro y a tus propios desplazamientos.
  3. Ventilación y visibilidad: asegúrate de que la transportadora tenga una buena ventilación para que tu perro esté cómodo en su interior, especialmente durante los viajes. Las aberturas de malla o rejilla permiten una circulación de aire adecuada. Además, una transportadora con ventanas transparentes permitirá que tu perro vea su entorno, lo que puede ayudarle a reducir la ansiedad.
  4. Facilidad de acceso: la transportadora debe ser fácil de abrir y cerrar. Opta por una con puertas seguras pero accesibles, preferiblemente con cierres a prueba de escape. Esto facilitará el proceso de entrenamiento y ayudará a tu perro a sentirse más cómodo al entrar y salir de ella.
  5. Compatibilidad con viajes: si planeas utilizar la transportadora principalmente para viajar en automóvil o en avión, verifica los requisitos de tamaño y seguridad establecidos por las aerolíneas o las regulaciones de transporte. Algunas transportadoras están diseñadas específicamente para cumplir con estas normas, lo que garantiza un viaje sin problemas y sin estrés para tu perro.


Ahora sí: ¿cómo enseñarle a mi perro a estar tranquilo en su transportadora?


Aquí las cinco claves:


1. Primera clave: introducción gradual y positiva 


En lugar de forzar a tu perro a entrar en la transportadora de inmediato, haz que asocie este espacio con cosas positivas. Coloca la transportadora en una habitación accesible y mantén la puerta abierta. Llena el interior con una manta suave, algunos juguetes y premios.


Fomenta la curiosidad de tu perro animándolo a explorar la transportadora por sí mismo. Coloca premios dentro para que los encuentre. Cuando tu perro entre voluntariamente, elógialo y dale una recompensa. Repite este proceso varias veces, extendiendo gradualmente el tiempo que pasa dentro de la transportadora. Con el tiempo, tu perro la asociará con experiencias positivas y seguridad.


2. Segunda clave: la asociación con momentos agradables


Es fundamental que tu
perro asocie la transportadora con momentos agradables y relajantes. Utiliza la transportadora como un lugar de descanso, un refugio tranquilo y cómodo donde pueda sentirse seguro. Coloca la transportadora en una ubicación tranquila de la casa y alienta a tu perro a descansar en ella con la puerta abierta.


Durante el proceso de alimentación, coloca el plato de comida cerca de la transportadora, luego dentro y finalmente completamente adentro. Esto ayudará a tu perro a entender que la transportadora es un espacio positivo y no algo que deba temer. Con el tiempo, podrás cerrar la puerta por períodos cortos mientras tu perro está dentro,
siempre asegurándote de que se sienta cómodo y relajado.


3. Tercera clave: enseñarle los comandos "adentro" y "quédate"


Una vez que tu perro se sienta cómodo entrando en la transportadora es hora de trabajar en los comandos "adentro" y "quédate". Utiliza comandos simples y consistentes para que tu perro entienda lo que se espera de él. Usa palabras como "transportadora" o "entra" mientras alientas a tu perro a entrar, y recompénsalo cuando lo haga.


Para el comando "quédate", empieza por cerrar suavemente la puerta de la transportadora mientras tu perro está dentro. Mantén la puerta cerrada durante unos segundos, luego ábrela y elógialo. A medida que tu perro se acostumbre a este proceso, aumenta gradualmente
la duración del tiempo que la puerta permanece cerrada. Esto ayudará a tu perro a entender que debe quedarse tranquilo dentro de la transportadora, incluso cuando la puerta esté cerrada.


4. Cuarta clave: desensibilización a los estímulos externos


Los perros a menudo se ponen ansiosos en las transportadoras debido a los estímulos externos como ruidos fuertes, movimientos bruscos o ver cosas desconocidas. Es importante exponer a tu perro a estos estímulos de manera gradual para que se acostumbre a ellos y los tolere mejor.


Una vez que tu perro se sienta cómodo dentro de la transportadora, comienza a
realizar actividades normales cerca de ella. Puedes encender la aspiradora, mover muebles o realizar otros ruidos que podrían ser preocupantes para tu perro. Asegúrate de que tu perro permanezca tranquilo y relajado mientras estás cerca. Si muestra signos de ansiedad, retrocede al nivel de estímulo anterior y trabaja desde allí.


5. Quinta clave: practicar con viajes cortos y positivos


Finalmente, cuando tu perro esté cómodo con la transportadora en casa es hora de llevar el entrenamiento al siguiente nivel: los viajes cortos. Comienza con viajes muy breves y positivos en automóvil. Puede ser simplemente conducir una cuadra y luego regresar a casa.
Asegúrate de que la experiencia sea positiva al elogiar y recompensar a tu perro.


Con cada viaje, aumenta gradualmente la distancia y la duración. Esto ayudará a tu perro a asociar la transportadora no solo con el hogar, sino también con experiencias gratificantes fuera de casa. A medida que tu perro se
vuelva más cómodo con los viajes en la transportadora podrás realizar trayectos más largos y complejos sin causarle estrés.


En conclusión, enseñarle a tu perro a estar tranquilo en su transportadora le asegurará bienestar en cualquier momento: desde estar en casa, hasta viajar contigo. La paciencia, la consistencia y el enfoque positivo son esenciales para lograr que tu perro se sienta tranquilo y seguro en su transportadora.
Siguiendo estas cinco claves estarás en el camino correcto para crear una asociación positiva y duradera entre tu perro y su espacio de transporte.


pensión canina

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Los perros, al igual que los humanos, pueden sufrir distintas enfermedades respiratorias que afectan desde la garganta hasta los pulmones. Algunas se desarrollan por bacterias y otras por virus o parásitos, y algunas son contagiosas entre los lomitos. Es importante reconocer los síntomas a tiempo y llevar a tu perro al veterinario lo más pronto posible para evitar complicaciones graves. Tipos de enfermedades respiratorias caninas y síntomas Tos de las perreras También llamada traqueobronquitis infecciosa canina, es una de las enfermedades respiratorias más comunes en perros que conviven en guarderías, pensiones o parques. Causa: generalmente una combinación de virus y bacterias, como el virus parainfluenza canina y Bordetella bronchiseptica . Síntomas: tos seca y persistente (similar a un “graznido de ganso”), arcadas, estornudos y, en algunos casos, fiebre leve. Gravedad: suele ser leve, pero en cachorros, perros mayores o inmunodeprimidos puede complicarse y derivar en neumonía. Gripe canina (influenza) La influenza canina es una enfermedad altamente contagiosa entre perros, aunque no se transmite a humanos. Causa: virus de la influenza canina H3N2 y H3N8. Síntomas: fiebre, secreción nasal acuosa o espesa, tos húmeda, estornudos, letargo y pérdida de apetito. Gravedad: en la mayoría de los casos es moderada, pero algunos perros desarrollan infecciones secundarias que afectan los pulmones. Neumonía en perros La neumonía es una infección grave de los pulmones que puede poner en riesgo la vida del perro si no se trata a tiempo. Causa: bacterias, virus, hongos o aspiración de vómito/líquidos. Síntomas: fiebre, dificultad para respirar (respiración rápida o agitada), secreción nasal purulenta, tos húmeda, decaimiento extremo. Gravedad: requiere atención veterinaria inmediata, ya que puede evolucionar rápidamente y causar complicaciones severas. Parásitos respiratorios Aunque menos comunes, los gusanos pulmonares también pueden afectar a los perros. Causa: parásitos como Oslerus osleri o Angiostrongylus vasorum , que se transmiten por contacto con heces infectadas, caracoles o babosas. Síntomas: tos crónica, jadeos, dificultad para respirar, pérdida de peso y, en casos graves, problemas cardíacos. Gravedad: sin tratamiento, los parásitos pueden dañar gravemente el sistema respiratorio y circulatorio. ¿Cómo prevenir estas enfermedades respiratorias en los perros? Vacunas actualizadas: protegen contra bordetella y la influenza canina. Evitar el contacto con perros enfermos: especialmente en guarderías, parques y pensiones. Higiene constante: limpiar camas, platos y juguetes para reducir la exposición a agentes infecciosos. Protección contra cambios de clima: evitar que el lomito duerma en lugares fríos o húmedos. Visitas regulares al veterinario: permiten detectar problemas respiratorios en etapas tempranas. Preguntas frecuentes sobre enfermedades respiratorias en perros ¿Cómo saber si mi perro tiene un problema respiratorio? Si presenta tos persistente, estornudos constantes, secreción nasal, jadeo o dificultad para respirar, es señal de que puede tener una enfermedad respiratoria. ¿La tos de las perreras se cura sola? En muchos casos leves, sí, pero siempre es recomendable consultar al veterinario para descartar complicaciones como neumonía. ¿Puedo contagiarme de la gripe canina? No, la influenza canina no se transmite a humanos, solo entre perros. ¿Cuánto tarda en recuperarse un perro con neumonía? Depende de la gravedad, pero con tratamiento adecuado la recuperación puede tardar de dos a seis semanas. ¿Se pueden prevenir los parásitos pulmonares? Sí, evitando que el perro ingiera caracoles, babosas o heces contaminadas, y siguiendo un plan regular de desparasitación. Conclusión Las enfermedades respiratorias en perros van desde molestias leves -como la tos de las perreras- hasta afecciones graves como la neumonía o los parásitos pulmonares. Estar atento a los síntomas, vacunar a tu lomito y mantener buenos hábitos de prevención puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una complicación peligrosa. Ante cualquier signo de tos persistente o dificultad para respirar, lo más seguro es llevar a tu perro al veterinario de inmediato.
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