Ser dueño de un perro es conocer cuánto come, cómo le gusta dormir, si ronca o no, si corre como loquito o es más bien tranquilo y hasta saber cómo y cuánto hace del baño.
Aunque no lo creas, revisar las heces de tu perro es fundamental porque te pueden advertir de algún cambio en su organismo, patología o presencia de parásitos.
Al revisar las heces de tu perro pon atención en tres características:
*Color: la caca de un
perro saludable debe ser color café-chocolate.
*Textura: lo normal es que sean húmedas y firmes, de esas que puedes recoger con facilidad del pasto o piso sin que se peguen.
*Cantidad: regularmente los perros defecan, mínimo, una vez al día, pero depende de cuánto coman.
Ahora, un poco más de información.
Ok, ya detectaste que la caca de tu perro no es color café-chocolate, ¿qué hacer? Contacta al veterinario de inmediato y cuéntale qué cambios observaste y desde cuándo.
Algunos colores problemáticos son:
*Anaranjado-amarillo: si las heces son de estos tonos quizá exista algún problema biliar o de hígado.
*Verde: puede ser por comer demasiado pasto o problemas en la vesícula.
*Gris: también se relaciona con problemas de bilis o páncreas.
*Con manchas o líneas rojizas: revisa el ano de tu perrito; checa si tiene lesiones.
*Negro: esto puede significar sangrado en el tracto digestivo superior.
*Con manchas blancas que parecen arroz: ups, lo más probable es que tenga parásitos.
Es común que exista una variación en la consistencia de las heces de tu perro, sin embargo, esta no debe perdurar.
Si le das el alimento de siempre no debería haber demasiados cambios. Si los hay, consulta de inmediato al veterinario.
La diarrea puede indicar problemas intestinales, mientras que la popó en forma de bolitas secas puede significar que tu peludo está deshidratado. Si la caca sale con moco es posible que el colón de tu perro esté inflamado.
Todas las razones listadas ameritan consulta con el veterinario.
Si tu perro hace más o menos popó de lo normal es una señal de alerta.
Ojo, si tu perrito hace caca más veces y eso es normal en él, no te preocupes. Solo fíjate que no haga popó más o menos veces de las que hace normalmente.
Por cierto, los alimentos con mucha fibra hacen que los perritos
vayan más veces al baño.
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