¿Quién puede resistirse a la mirada de nuestros peludos cuando quieren algo de comer?, ¿cómo decir que no a esos ojitos que imploran que compartamos nuestra golosina?
Aunque nuestros perritos rueguen por “eso” que estamos comiendo hay alimentos que definitivamente no podemos compartir con ellos.
Algunos son realmente tóxicos -como el chocolate, la cebolla o el ajo- y otros -como el pan- están permitidos, pero en realidad no aportan ningún
nutriente al perro.
Aquí te compartimos una lista de los alimentos que los perros NO pueden
comer:
Carne cruda: puede estar contaminada con bacterias como la e.coli, salmonella y otras.
Uvas y pasas: pueden causar insuficiencia renal.
Alimentos fritos y grasosos: además de dolor de estómago y sobrepeso pueden causar pancreatitis. Nada de compartir con tu perro las papas a la
francesa, las papitas de la tiendita, la quesadilla frita de la esquina o el pollo kentucky, ¿eh?
Nueces, almendras y semillas parecidas: las de macadamia son las peores. No las acerques a tu perrito ni de chiste, pues pueden causarle vómito,
fiebre, letargo y afectaciones al sistema nervioso.
Chocolate: no, no y no, ni un poquito. El chocolate contiene sustancias tóxicas para los perros llamadas metilxantinas, así que aleja de tu peludo
cualquier tipo de golosina o galleta con este ingrediente.
Un pedacito de chocolate negro, por ejemplo, puede causarle diarrea y vómito, mientras que una gran cantidad puede desencadenar ataques, función
cardiaca irregular e incluso la muerte. Si tu perrito comió chocolate contacta a tu veterinario de inmediato.
Ajo y cebolla: este par de ingredientes también son muy tóxicos para los perros. Es posible que si tu perro comió ajos y cebollas los síntomas no se
presenten de inmediato, así que vigílalo durante unos días.
Helado: esta delicia para humanos no le aporta nada a tu perro más que azúcar. Si quieres darle un premio dulce congela pedacitos de frutas como
piña, fresa, manzana o frambuesa.
Cosas con xilitol: este ingrediente es un sustituto de azúcar y está presente en chicles, dulces y otros productos. Revisa la lista de ingredientes del producto que compraste y asegúrate que no traiga xilitol.
Es importante saber que “nuestro cuerpo puede metabolizar alimentos u otras sustancias químicas que el de un perro no puede tolerar”, explica la
doctora Carmela Stamper, veterinaria de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).