Cuando decidas entrenar a tu perrito tendrás tres mejores amigos en el proceso: el entrenador, los premios (desde pedacitos de salchicha hasta galletas especiales) y un pequeño artefacto llamado clicker.
Este es un objeto que cuando lo aprietas produce un clic muy sonoro -de ahí su nombre- para que tu perro lo escuche.
El clicker se utiliza para marcar las buenas conductas de tu peludo al momento del entrenamiento. El objetivo es que tu perrito asocie el sonido del clicker con un premio, el cual le darás cuando haga bien un ejercicio.
Va un ejemplo.
Supongamos que le estás enseñando a sentarse. Cuando le dices “sienta” y tu peludo te obedece (¡ujuuu!) debes sonar el clicker y posteriormente darle un premio.
Si repites este ejercicio una y otra vez tu perrito aprenderá que cada que se sienta obtiene un premio rico, por lo que siempre querrá obedecerte.
Mientras practicas, el entrenador te explica y tu peludo va subiendo de nivel, pronto dejarás atrás el clicker y los premios.
Seguramente recuerdas el experimento del ruso Iván Pavlov. Este científico descubrió que cada que sonaba una campanita sus perros salivaban porque relacionaban ese sonido con la hora de comer.
En este caso, el clicker es la campanita.
A mediados del siglo XX, distintos psicólogos y etólogos comenzaron a experimentar con el clicker y aparatos parecidos, pero fue hasta el 2000 cuando la bióloga Karen Pryor se encargó de popularizarlo con su libro Introducción al adiestramiento con el clicker.
Si te interesa conocer más sobre cómo funciona y por qué tu perrito reacciona bien a este aparatito te recomendamos ampliamente leerlo.
Según entrenadores y etólogos, no. Si los perros son agresivos o muy ansiosos es probable que el clicker no sea un método adecuado para ellos.
¡Pero no te preocupes! Si tienes el asesoramiento adecuado de un entrenador sabrás si el clicker será tu mejor amigo.